
La migraña postural es una de las formas menos conocidas, pero más incapacitantes, de cefalea. A diferencia de otros tipos de migraña, su origen no está ligado a cambios hormonales o desencadenantes alimenticios, sino a alteraciones biomecánicas del cuerpo, especialmente en la región cervical y posturas mantenidas por tiempo prolongado. Comprenderla es el primer paso para su tratamiento eficaz.
Definición de migraña postural
La migraña postural es un tipo de cefalea que se activa o empeora con ciertas posturas corporales, especialmente aquellas que implican tensión cervical o desequilibrios musculares prolongados. No se trata simplemente de una mala postura ocasional, sino de una condición crónica donde la alineación del cuerpo, particularmente de la cabeza, cuello y espalda, tiene un papel crucial.
Este tipo de migraña suele estar vinculada a disfunciones en la columna cervical alta (C0-C3), generando alteraciones en nervios, vasos sanguíneos y estructuras neuromusculares que contribuyen al dolor.
Diferencias con otros tipos de migraña
Migraña común:
- Generalmente está relacionada con factores hormonales, genéticos o ambientales.
- Suele presentar aura, fotofobia y fonofobia.
- El dolor puede presentarse sin relación directa con el movimiento o postura.
Migraña vestibular:
- Se caracteriza por mareos y vértigo como síntomas principales.
- Puede o no presentarse con dolor de cabeza.
- Tiene un componente neurosensorial más pronunciado.
Migraña postural:
- Aparece o se agrava al mantener posturas incorrectas, como inclinar la cabeza hacia delante por mucho tiempo.
- Se vincula con tensión cervical, sobrecarga muscular y disfunciones articulares.
- Común en personas que pasan muchas horas frente al ordenador, dispositivos móviles o que tienen problemas posturales crónicos.
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Mecanismos de acción: ¿Cómo influye la postura en una crisis de migraña?
Una postura mantenida de forma incorrecta altera el equilibrio tensional entre los músculos cervicales, escapulares y craneales. Esto puede desencadenar:
- Compresión de nervios occipitales y cervicales.
- Disminución del flujo sanguíneo hacia el cráneo.
- Activación de puntos gatillo miofasciales.
- Disfunción de la articulación temporomandibular (ATM).
- Sensibilización del sistema nervioso central.
Todo esto favorece la aparición de dolor pulsátil, náuseas, mareo e incluso alteraciones visuales.
Quién está en riesgo de sufrir migraña postural
- Personas con trabajos sedentarios.
- Usuarios frecuentes de móviles y portátiles.
- Pacientes con hipermovilidad cervical o escoliosis.
- Individuos con alteraciones en la pisada o dismetrías de miembros.
- Personas con bruxismo o problemas de ATM.
Síntomas característicos
- Dolor que se intensifica al mantener posturas estáticas prolongadas.
- Rigidez o tensión en la parte posterior del cuello.
- Mareos leves o inestabilidad.
- Dolor que mejora al cambiar de posición o estirarse.
- Dolor irradiado hacia hombros y zona occipital.
Diagnóstico clínico
El diagnóstico debe ser multidisciplinar:
- Exploración física por fisioterapeuta experto en disfunción cervical.
- Estudios de la postura global y análisis biomecánico.
- Valoración neurológica para descartar otras causas.
Abordaje terapéutico eficaz
En la clínica del fisioterapeuta Miguel Ángel Caravaca, el tratamiento de la migraña postural se enfoca en:
- Educación postural personalizada.
- Reprogramación motora mediante ejercicios.
- Terapia manual ortopédica.
- Liberación de puntos gatillo.
- Estabilización neuromuscular.
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Tecnologías y avances en el tratamiento
- Biofeedback postural.
- Electroterapia de baja frecuencia.
- Terapia miofascial instrumentalizada.
- Valoración con sensores de movimiento y realidad aumentada.
Prevención y mantenimiento a largo plazo
- Incorporar pausas activas durante la jornada laboral.
- Uso de mobiliario ergonómico.
- Entrenamiento de la musculatura profunda del cuello.
- Mejora del patrón respiratorio y movilidad torácica.
Testimonio de paciente real
«Llevo años sufriendo de cefaleas sin saber por qué. Tras empezar la fisioterapia con enfoque postural, mis dolores han disminuido y he aprendido a cuidar mi cuerpo.»
Conclusión: ¡No subestimes tu postura!
La migraña postural puede parecer un problema leve, pero tiene un impacto profundo en la vida diaria. Su abordaje requiere comprensión, compromiso y un plan terapéutico adecuado. En muchos casos, mejorar la postura no solo alivia el dolor, sino que transforma la calidad de vida.
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